Bienvenidos al Club

Cuando Germán y Silvana me hablaron, hace ya unos dos años, del Club del Trueque no sabía muy bien de que me estaban hablando. Luego, al convertirse en un ejemplo práctico –el intercambio de una dirección escénica por la composición de la música para una obra- ya empecé a comprenderlo mejor. Este verano, con la constitución del club de una forma definitiva, me ha quedado todo tan clarito que ya puedo explicarlo aquí con pelos y señales.

Los Clubs del Trueque han sido y son una práctica habitual en algunos países sudamericanos, sobre todo en épocas de necesidades económicas. Y esto es así, porque el Trueque se produce cuando existe realmente una necesidad. La gran aportación de nuestro club ha sido centrarnos exclusivamente en el mundo artístico, y atender a la realidad de muchos grupos o artistas individuales (sean de la disciplina que sean) que se mueven en nuestro entorno. Esa realidad, sin duda alguna, es la de “una necesidad constante”.

Me explico con un ejemplo. Para montar un determinado espectáculo muchas veces contamos con un director, unos actores, un texto… y poca cosa más. Luego nos damos cuenta de que también nos haría falta alguien que nos diseñara el decorado, o alguien que nos compusiera la música, o alguien que nos hiciera unas grabaciones, unas fotos… Esas cosas, a veces, ya no están a nuestro alcance, y tenemos que acabar prescindiendo de ellas o bien pidiendo favores. Para que el trabajo de esas personas (fotógrafos, maquilladores, músicos, etc.) no sea un favor sino realmente un trabajo, el Club del Trueque facilita un intercambio, que se valorará en “horas”. Es decir, si el fotógrafo emplea cuatro horas trabajando para nosotros, luego él podrá pedir a cualquier miembro del Club aquello que necesite para cubrir sus necesidades: un o una modelo para una sesión fotográfica, por ejemplo.

El Club no tiene ningún espíritu mercantilista, ni cobra nada a los socios, ni tiene voluntad de hacer ningún tipo de negocio… Sus objetivos son promover la creación artística, mejorar la calidad de los trabajos y potenciar el intercambio entre artistas. Sólo se pide a cambio el compromiso de todos sus miembros, y que se establezca una relación de confianza y honestidad entre ellos.

De momento, ya somos nueve socios, entre los que hay actores, directores, autores, músicos, compositores, educadores, maquilladores… Todos tiene necesidades que cubrir, pero lo más importante es que todos también tienen muchas cosas que ofrecer. Si hay alguien interesado, ya lo sabe. Bienvenidos al maravilloso mundo del trueque… artístico.