lunes, junio 25, 2007

Mucho por aprender

Acabó el curso, y nuestras "yayas", como las llamamos Ginés y yo cariñosamente, se irán de vacaciones o esperarán ansiosas que llegue septiembre y que se vuelvan a programar las clases. Clases que no son clases, sino ratos que pasamos juntos, intentando enseñar cuatro cosas, aportando un poco de alegría y escuchándolas (o escuchándolos, porque también hay representación masculina), que creo yo que es lo que nos hace más falta a todos.

Y ahora, una vez he cumplido un año con ellos (Ginés ya lleva dos), sólo me queda quitarme el sombrero ante el esfuerzo que han demostrado, y ante la confianza que han depositado en mi. Pero sobretodo me quedo con todo lo que he aprendido, y con el cariño desinteresado que me han dado desde el primer día. Pocas veces lo encuentras en gente de tu edad, y mucho menos en gente más joven...
Oí una vez que los extranjeros (sean de donde sean, pero sobretodo los que vienen de países en los que el capitalismo no es tan feroz como aquí) se quedan sorprendidos de lo mal que tratamos a la gente mayor. Muchos de ellos no entienden la falta de respeto que les demostramos, y el desprecio con que hablamos de ellos. Nunca me conté entre la gente que usaba esas posturas, quizás porque siempre me he criado entre gente mayor, pero sí que constato muy a menudo que eso es cierto, y que muchas veces es insultante como apartamos a la vejez de la vida social, de lo que realmente cuenta, de lo que se supone "actual"... Vivimos sin duda en una sociedad que idolatra a la juventud y desprecia la experiencia, el pasado en general. Pensamos sólo en futuro... y así nos va. Creo que nos queda mucho por aprender... y me temo que ya no sabemos cómo rectificar el camino.

5 Comments:

Blogger PRU said...

La joia que em dona veure aquesta colla de 'nens i nenes grans' de festa, contrasta amb la realitat trista que 'denúncies'... El consumisme sembla que fins i tot devora al capitalisme, a la velocitat que van certes coses, difícil és conscienciar ja no socialment, sinó humanament...

6:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué razón tienes! Siempre he tenido debilidad por la gente mayor, y creo que es porque me recuerdan a los niños, que son verdaderamente "mi devoción". Pero hay un pequeña/gran diferencia entre unos y otros: la experiencia.
¡Cómo disfruto escuchando sus historias y consejos, sus aventuras y desventuras, sus errores y sus aciertos!. Muchos no queremos darnos cuenta pero algún día llegaremos a ser "yayos", como ellos, bueno .... eso espero.

9:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

muy bien todo eso de los "llallos" muy bonito y demas. a mi me dan un poquito de pena, y me encantaria conocer a alguno, lo que pasa es que yo solo me relaciono con gente guapa y joven de la talla 36, por lo que estoy un poco aparte de este mundo de los ancianos "freakis" artistas.
de todas formas es de aplaudir tu empeño, siempre he dicho que te pierde ese corazoncito
kitti poter

9:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Lo que hay que oír! Esto de la Kitti Potter es como la octava plaga, o algo así... Jajajaja. Ay, Dios mío. ¿De que será capaz la próxima vez, señora POTER?

(Por cierto, ¿es usted la abuela del famoso Harry?)

12:18 a. m.  
Blogger xesca said...

Como disfruté cuando los vi en directo, me emocioné muchíssimo.
Esa alegría y esas ganas con que disfrutaban en el escenario me hacían pensar en que la vida es para disfrutarla como la estaban dsifrutando ellos en aquel momento, me dieron mucho ánimo personal.
Y ese cariño que os profesaban tb me emocionó mucho, pke como dice Angeles, tienen mucho en común con los niños, y una de esas cosas en común es que son tremendamente agradecidos con el cariño que les ofrecen, y vosotros les habeis ofrecido mucho, me consta.

8:38 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home