Diario intermitente de un Carnicero (II)

Jueves 3 de abril.- Problemas en el Banco: David llega 10 minutos antes de la función. Hoy me pasa de todo: se me rompe la taza entre bambalinas, se me atasca la cremallera de la bomber, me dejo un par de frases (no se nota), el "amigo-mariquita" me da una patada en los huevos que me deja grogui unos segundos y, para postre, en la escena final se me caen los billetes al suelo nada más salir... Estoy fuera, completamente fuera... Y sin embargo, al acabar, más de un compañero o espectador-repetidor (de los habituales, vamos) me dice que nunca me habían visto tan compenetrado con Robert. Me quedo perplejo. Tendré que tomar nota.

Viernes 4 de abril.- La mejor actuación de todos nosotros desde que estamos aquí. No sé si habrá habido compenetración pero lo hemos pasado pipa, y creo que se ha notado. El "amigo-mariquita" se ha puesto de aceite hasta el moño... Manchaba sólo de mirarlo. ¡Qué barbaridad! Entre "cametas" me entero de que el miércoles un programa de teatro de la Cadena Ser nos hizo una crítica superpositiva. Vamos, que nos han puesto muy bien... y encima, alguien que "entiende".

Sábado 5 de abril.- Otra buena función. La gente se parte. ¿Influye que tengamos espectadores jóvenes? ¡Seguro! Pero creo que hoy hay buena sintonía en general. Siguen pasando cosas inesperadas en escena, pero ya las resolvemos en un abrir y cerrar de ojos... Todo fluye. Sergio vale un potosí. Pilar, un Perú. ¿¡Qué haríamos sin ellos!?


Domingo 6 de abril.- Cuesta. Hoy, cuesta. La función es de las buenas (quizás no de las mejores), pero es público ha despertado tarde. Lo mejor, interactuar con el público. Hay espectadores que no se cortan nada; hablan contigo como si estuvieran en el comedor de casa. Pero bueno... eso da juego. ¡¡YA SOLO QUEDA UNA SEMANA!! Lo digo con pena, ¿eh?